Escuelas democráticas

Las escuelas libres o democráticas defienden la libertad y autonomía del estudiante. El aprendizaje siempre comienza con los intereses y motivaciones del alumno; no debe estar determinado por las necesidades sociales. Dentro de estas escuelas se pueden encontrar distintas tendencias como la escuela libre de Summerhill, el modelo Sudbury y la educación en el hogar, entre otros (Miller, 2004). Los teóricos más importantes de estas escuelas fueron John Dewey, Francisco Ferrer y Alexander S. Neill. Los principales fines de estas tendencias son promover la libertad responsable y la creatividad del individuo. La libertad hace referencia a la capacidad del individuo de tomar decisiones sobre su propio aprendizaje, atendiendo a sus necesidades y respetando las de sus compañeros (Educación respetuosa, 2016). La clave es establecer una comunidad educativa con individuos autónomos capaces de auto-gestionar su aprendizaje y comprender la importancia del colectivo en la educación (García et al., 2012).

El alumno toma un rol activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, explorando y decidiendo qué quiere aprender, trabajando para alcanzar unas metas establecidas por él mismo. Se valoran las emociones, intereses y necesidades del estudiante, garantizando su autonomía. El aprendizaje significativo solo surge de la experiencia; la información carente de contexto y aplicación no genera aprendizaje (García et al., 2012).

El profesor apoya a los alumnos para que alcancen sus objetivos, no debe imponer sus convicciones y puntos de vista, sino estimular el aprendizaje. El docente debe interesarse activamente por comprender a sus alumnos, estableciendo fuertes vínculos que promoverán el diálogo y el trabajo en equipo. Las relaciones profesor-alumno deben ser horizontales y auténticas para alcanzar un clima colaborativo en el que se construye aprendizaje significativo conectado al contexto social. La aceptación de los errores y los conflictos son esenciales para comprender el punto de vista contrario, negociar y alcanzar un acuerdo (García et al., 2012).

Los aspectos organizativos están determinados por los propios alumnos en las denominadas asambleas. En ellas se toman decisiones acerca de todos los ámbitos educativos: normas de convivencia, actividades, excursiones y resolución de conflictos. Los alumnos, por lo tanto, tienen total libertad para moverse en los distintos espacios, utilizar los materiales disponibles y elegir las actividades en función de sus intereses (Educación respetuosa, 2016).

Las metodologías utilizadas son el aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje cooperativo y la autogestión pedagógica. La ayuda mutua entre compañeros debe promoverse, eliminando la competición. Es necesario establecer un sistema de trabajo basado en el apoyo entre iguales, lo que se asemeja al aprendizaje cooperativo, en el que el individuo reconoce el esfuerzo individual, la interdependencia positiva, la interacción promotora y las habilidades interpersonales para la resolución de conflictos. Los alumnos construyen materiales, organizan actividades, y además se plantean situaciones en las que se genera aprendizaje significativo. Esta metodología utiliza procedimientos inductivos basados en la observación de la realidad, comprobación de las hipótesis y demostración de los resultados. Por lo que el alumno desarrolla una actitud activa y crítica (García et al., 2012).

El estilo de enseñanza está basado en la participación del alumno en la enseñanza y la socialización (Delgado-Noguera, 1991).

Como recursos didácticos se utilizan materiales de lectura, herramientas, ejercicios físicos, teatro y novelas, no se recurren a los libros de texto (García et al., 2012).

Las actividades de enseñanza-aprendizaje más utilizadas son juegos de roles, debates y discusiones, siempre respetando el principio de aprender haciendo. Con los juegos de roles, los alumnos siguen las distintas fases del desarrollo del pensamiento: en primer lugar, se identifican las dificultades; en segundo lugar, se encuentra la raíz del problema; en tercer lugar, se busca información y se diseñan posibles soluciones; en cuarto lugar, se analizan las posibles propuestas y se evalúan, eligiendo la mejor solución; y por último se desarrollan las acciones de acuerdo a lo planeado, aplicando correcciones para hacerlo funcionar. Este procedimiento es muy similar al conocido design thinking. Por lo tanto, se aplica el razonamiento científico, además de favorecer el desarrollo del pensamiento divergente y la creatividad para solucionar problemas (Lay, 2014). Por otro lado, las discusiones tratan temas actuales como la educación sexual, el robo, los crímenes, todo ello de una manera relajada. Estas son estímulos externos que producen respuestas en los alumnos, generándose dinámicas de reflexión y retroalimentación. A través de preguntas estimulantes se genera curiosidad e interés (Lay, 2014).

De forma general dentro de estas tendencias los premios, calificaciones y evaluación del alumnado perjudican el desarrollo de la personalidad. No obstante, en algunas escuelas se lleva a cabo la evaluación de los procesos de aprendizaje, sin prestar relevancia a los resultados. Los objetivos son individuales y se evalúa el progreso del alumno con respecto a dichos objetivos. Los indicadores observados son el respeto a uno mismo y a los compañeros, la creatividad y el pensamiento independiente, por ejemplo (Lay, 2014).

Las escuelas democráticas destacan por su flexibilidad, originalidad y fluidez. Los alumnos evolucionan rápidamente, usan el método inductivo con gran habilidad y se adaptan y actualizan rápidamente, mostrando flexibilidad de pensamiento. El uso de múltiples recursos didácticos, diferentes materiales y herramientas y la resolución de problemas divergentes, contribuye a generar respuestas originales. Los alumnos retienen su individualidad, así como una personalidad y actitudes únicas. La eliminación del castigo elimina el miedo a equivocarse y los prejuicios, por lo que sus palabras y acciones fluyen más suavemente (Lay, 2014).

Bibliografía:

  • Delgado-Noguera, M.A. (1991). Los Estilos de Enseñanza en laEducación Física. Propuesta para una Reforma de la Enseñanza. Granada:Editorial ICE.
  • Educación respetuosa (2016). Educaciónlibre: principios de la pedagogía libertaria. [Podcast]. EducaciónRespetuosa.
  • García, F., Castellanos, H., Lenoir, H., Callo, S., Borghi,L., … Parajuá, D. (2012). Educación anarquista. Aprendizajes para una sociedadlibre. Santiago de Chile: Editorial Eleuterio.
  • Lay, T.C.(2014). The curricular and pedagogic creativity of Summerhill school, andrelated reflection on the teaching in Singapure. Journal of Educationand Human development, 3(2), 541-557.
  • Miller, R.(2004). A Map of the Alternative Education Landscape. AlternativeEducation Resource Organization (AERO).