El desarrollo del carácter

En su libro Manual de virtudes y fortalezas del carácter (Character Strengths and virtues), Dr. Martin Seligman y Dr. Chris Peterson identifican 6 clases de virtudes constituidas por 24 rasgos del carácter que determinan el desarrollo integral del individuo. Las fortalezas del carácter son aquellas virtudes o habilidades que contribuyen al bienestar del individuo. Cada persona tiene una combinación única de estas fortalezas del carácter, algunas de las cuales pueden cambiar y desarrollarse, y en última instancia determinan directamente el crecimiento personal del individuo. Estas fortalezas son características intrínsecas del ser humano y afectan al desarrollo del individuo independientemente del género, clase, raza, cultura y geografía (Peterson and Seligman, 2004).

En el curso virtual Enseñando carácter y creando clases positivas (Teaching Character and Creating Positive Classrooms) ofrecido por Coursera, Dave Levin remarca la importancia de introducir en la educación la enseñanza y el desarrollo de estas fortalezas en el aula. Algunas de estas virtudes, como por ejemplo la inteligencia social o el optimismo, cambian con el tiempo y pueden llegar a desarrollarse a través del trabajo continuado y dirigido. No obstante, Levin y Seligman discuten en una entrevista la posibilidad de enseñar otras virtudes como integridad, honestidad o autenticidad (Levin, s.f.).

Levin intenta identifica cuáles son las virtudes más importantes a desarrollar en la escuela y propone una actividad para los profesores. En esta actividad el profesor debe puntuar y ordenar las 24 fortalezas identificadas por Seligman según cómo de relevantes son para asegurar el desarrollo del alumno. Posteriormente, Levin pide a los profesores evaluar sus propias virtudes a través de la siguiente encuesta (https://www.viacharacter.org/www/Character-Strengths#nav) (Levin, s.f.; VIA Institute on Character, 2018).

Los resultados son muy interesantes:

La virtud más importante que los alumnos deben presentar es la determinación. No obstante, en la puntuación obtenida por profesores la determinación se encuentra en la novena posición. El auto-control es puntuado en cuarto lugar para los alumnos, mientras que para los profesores puntúa en la última posición (24) (Levin,s.f.).


“Los niños nunca han sido muy buenos escuchando a sus mayores, pero nunca han fallado en imitarlos”


James Baldwin

Es interesante observar que los requerimientos que consideramos necesarios para los alumnos son en los que profesores tienen puntuaciones más bajas. Siguiendo con la cita de James Baldwin, el alumno y el profesor deben comprometerse y compartir el proceso de enseñanza-aprendizaje (Levin,s.f.).

Bibliografía: