Educación integral

La educación integral u holística enfatiza la necesidad de que el individuo defina su identidad, el significado y propósito de su vida dentro de la comunidad en la que se encuentra. Miller (1991) propuso que la educación holística debía favorecer el desarrollo del individuo centrándose en los potenciales intelectuales, emocionales, sociales, físicos, creativos y espirituales. En segundo lugar, debía promover la importancia de las relaciones dentro de la comunidad de aprendizaje. En tercer lugar, enfatiza el aprendizaje basado en la experiencia para construir conocimiento significativo y generar un compromiso social. En cuarto lugar, debía constituirse como una estrategia para examinar críticamente los contextos culturales, morales y políticos y retar activamente al alumno para promover el progreso cultural.

Uno de los principales objetivos de estas escuelas es que el alumno desarrolle pasión por aprender, inculcando curiosidad y necesidad de descubrir. Esto no se consigue condensando la realidad en un currículo académico, sino implicando al individuo en un proceso de enseñanza contextualizado, funcional e interrelacionado (Miller, 2000). La escuela holística también usa herramientas que aportan significado y utilidad al aprendizaje. Aprender es un acto creativo que requiere un sistema flexible para cada individuo (Holistic education, 2003). La filosofía de las escuelas integrales recoge los principios de la pedagogía Waldorf, las teorías libertarias de Dewey, la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, los principios de la pedagogía crítica de Freire, los principios de la inteligencia emocional y la pedagogía dialógica. Todo ello para trabajar todos los aspectos de la persona (IDEO escuela, s.f.).

Las escuelas integrales son consideradas escuelas democráticas en la que padres, alumnos y profesores participan en el proceso de toma de decisiones tanto administrativas, como referentes a las prácticas educativas y al currículo. Los estudiantes participan en este proceso desde una edad temprana y por lo tanto aprenden a tomar decisiones en grupo y establecer reglas y metas para la escuela. Los estudiantes pueden expresar sus deseos e intereses e influenciar su propia educación, estableciéndose un sistema de gobierno compartido que enfatiza la enseñanza de valores, cooperación, justicia, compasión y responsabilidad de las acciones propias (School Around Us, s.f.). En este tipo de educación el papel de las familias es esencial para apoyar el desarrollo del individuo (Hare, 2010).

Los profesores inspiran el deseo de aprender utilizando experiencias de la vida real, eventos actuales, artes dramáticas u otras fuentes de conocimiento, promoviendo la reflexión y el cuestionamiento en lugar de la memorización de conceptos. Los profesores son los responsables del desarrollo del currículo, de establecer un clima apropiado para el aprendizaje y crear un ambiente en el que los objetivos de la escuela se cumplan (School Around Us, s.f.). En este tipo de enseñanza el educador intenta equilibrar la libertad y la estructura, la individualidad y la responsabilidad social con el objetivo de responder a cada situación de aprendizaje. Además, el profesor debe ser capaz de extraer las fortalezas y habilidades del individuo, aceptando las diferencias y rechazando la clasificación de los alumnos (Miller, 2000). La relación profesor-alumno es inclusiva, dinámica e igualitaria. El profesor se convierte en un facilitador, guía y mentor promoviendo el aprendizaje y compresión a niveles académico y social (Hare, 2010).

Por otro lado, los alumnos deben aprender acerca de ellos mismos, de las relaciones saludables, el desarrollo social y emocional y la persistencia. Conocerse a uno mismo fomenta el auto-respeto y la autoestima. Aprender cómo relacionarse con los que le rodean es esencial para tener relaciones productivas y a su vez contribuir en el desarrollo social. Por otro lado, la alfabetización emocional es fundamental para el desarrollo intelectual, social y de salud del individuo. Por último, la persistencia es una aptitud esencial para superar dificultades, enfrentarse a retos y tener éxito en cualquier campo (Holistic education, 2003). Los alumnos deben planear su propio currículo y dirigir su propio aprendizaje (School Around Us, s.f.). Tal como describe Hare (2010), el estudiante debe:

  • Actuar con integridad y madurez social y académica;
  • Tomar responsabilidad de su propio desarrollo y aprendizaje a través de la planificación, priorización y determinación para terminar un trabajo;
  • Demostrar flexibilidad y creatividad para solucionar problemas;
  • Mantener relaciones y desarrollar habilidades interpersonales;
  • Ser capaz de reflexionar y mostrar una actitud de mejora constante;
  • Demostrar habilidades de comunicación oral y escrita;
  • Ser capaz de comprometerse;
  • Buscar claridad en el proceso de toma de decisiones;
  • Usar efectivamente los recursos disponibles;
  • Apreciar la interconexión existente en el conocimiento humano, sus dependencias y relaciones, debatiendo temas globales y el impacto de la actividad humana en el medio.

El currículo debe ser integrado, enfocado a unidades temáticas, aunque variará en función de las necesidades e intereses de los alumnos. En una asamblea en la que participa toda la escuela se decide sobre el estudio de ciertos temas en bloques con una duración de 6 a 8 semanas. Estos bloques temáticos definen los temas comunes que se tratarán con todos los alumnos, aunque también se definen objetivos individuales. El conocimiento debe estar contextualizado y ser funcional (School Around Us, s.f).

Las metodologías más utilizadas son el aprendizaje por proyectos, el aprendizaje basado en problemas y metodología experiencial, en la que los alumnos se conviertan en investigadores. Se suele recurrir a la autogestión, es decir, los alumnos son gestores de su conocimiento. También se utilizan metodologías basadas en la reflexión, la experiencia y la incertidumbre (IDEO escuela, s.f.). También existen ejemplos de aprendizaje servicio, en el que la escuela se integra dentro de la comunidad y ofrece un servicio social. Por lo tanto, se utilizan metodologías activas que aporten significado al conocimiento estudiado (School Around Us, s.f.).

Esta escuela responde a los diversos estilos de aprendizaje de los alumnos, características, ritmos de aprendizaje, etc, promoviéndose por encima de todo la colaboración y la conexión entre todos los individuos (Miller, 2000). Se debe enfatizar el aprender haciendo que los alumnos desarrollen pensamiento divergente en la resolución de problemas y pensamiento crítico (School Around Us, s.f.; IDEO escuela, s.f.). Se utilizan técnicas como coaching para ayudar a los individuos a alcanzar su máximo desarrollo (IDEO escuela, s.f.).

La organización de la clase debe considerar el trabajo en equipo para desarrollar habilidades sociales. Por lo que se enfatiza la colaboración y la cooperación en lugar de la competición (School Around Us, s.f.). Las clases suelen ser pequeñas y se incluyen alumnos de distintas edades y capacidades (Hare, 2010).

Las actividades de enseñanza-aprendizaje son muy variadas, aunque se basan en solucionar problemas creativos, desarrollo del pensamiento divergente y de habilidades interpersonales a través del trabajo y juego cooperativo, resolución de conflictos, actividades de equipo y discusiones de grupo (School Around Us, s.f.). Se suelen utilizar exposiciones, estudios de caso, simulaciones y juegos, excursiones, charlas, debates, actividades de producción literaria, de lectura pública y de representación literaria (IDEO escuela, s.f.).

Como recursos didácticos se crea material propio y el alumno participa en su construcción. Se reduce el uso de los libros de texto y se promueve el uso de materiales variados como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Los materiales usados son ordenadores, internet y noticias de los medios de comunicación, entre otros para realizar trabajos grupales e individuales (IDEO escuela, s.f.).

La evaluación debe ser formativa en la que se valoran proyectos, metas y experiencias de aprendizaje (School Around Us, s.f.). Se presta gran atención a la valoración de las habilidades interpersonales como la integridad, el cuidado, la consideración, la negociación y la capacidad de escuchar activamente. Durante el proceso de evaluación formativa se debe aportar retroalimentación constructiva, constante y de apoyo (Hare, 2010). Se utiliza la autoevaluación, coevaluación, y heteroevaluación, ofreciendo recomendaciones cualitativas (IDEO escuela, s.f.).

Bibliografía: