Recientemente visité un instituto en Cambridge, UK y tuve la oportunidad de observar cómo se desarrollaban las clases. Las metodologías principales que se utilizaban eran la enseñanza reflexiva o enseñanza por indagación (inquiry-based learning) y el aprendizaje basado en la experiencia (experience-based learning).
La enseñanza reflexiva es un tipo de metodología activa que se basa en la formulación de preguntas. Esta estrategia presta especial atención a que el estudiante comprenda y manipule la información, creando significado. Requiere formular preguntas, hacer observaciones, investigar y buscar información, diseñar experimentos, recoger datos, analizarlos e interpretar resultados (Inquiry based learning, s.f.). Existen varios niveles dentro de la enseñanza reflexiva en función de la participación del profesor:
- Nivel 1: Preguntas de confirmación
El profesor explica un tema y posteriormente realiza preguntas para confirmar que los alumnos lo han entendido. También sirve para reforzar conceptos.
- Nivel 2: Preguntas estructuradas
El profesor hace una pregunta inicial y da un breve resumen del proceso que se va a seguir. Los estudiantes construyen explicaciones evaluando y analizando los datos obtenidos.
- Nivel 3: Preguntas guiadas
El profesor formula una pregunta de investigación y los estudiantes son los responsables de diseñar y seguir sus propios procedimientos para resolver la pregunta y comunicar sus resultados.
- Nivel 4: Indagación verdadera
Los estudiantes formulan sus propias preguntas de investigación, diseñan y desarrollan sus propios procedimientos y comunican sus resultados.
Es preciso empezar por niveles más bajos para que finalmente los alumnos sean capaces de formular sus propias preguntas.
En el aula, el profesor proponía preguntas interesantes que además de captar la atención de los alumnos e incitar su participación, guiaba el desarrollo de la clase. A través de preguntas y respuestas, el profesor y los alumnos construían el conocimiento. Existían variaciones, los alumnos podían resolver las preguntas individualmente, en parejas o en grupos y finalmente compartían entre todos las respuestas; a partir de las cuales el profesor seguía formulando preguntas hasta alcanzar juntos las conclusiones esperadas.
Las tareas para casa también tenían enunciados interesantes y actuales y proponían ejercicios prácticos en el que los alumnos debían diseñar experimentos y dar solución a enigmas.
En el caso en el que la participación fuera baja para seleccionar al alumno que resolvería la siguiente pregunta se lanzaban un par de dados y se contaba el número que saliera, siendo el alumno seleccionado el que lanzaría los dados en el siguiente turno. Una manera interesante de aportar mayor dinamismo a la clase.
Bibliografía:
Inquiry based learning (s.f.). Wikipedia. Recuperado de: https://en.wikipedia.org/wiki/Inquiry-based_learning