Hemos sido invitados por el grupo de investigación NIAIA de la Universidad Autónoma de Madrid a participar en el seminario Problemas centrales de la Agenda 2030, con ponencias centradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Haber sido invitados para hablar sobre el ODS #4 Educación de Calidad, nos ha hecho reflexionar acerca de qué consideramos educación de calidad. ¿Cuál es el objetivo? ¿A qué aspiramos?
Tras cerca de tres años de investigación alrededor del mundo, estudiando algunos de los centros educativos más innovadores del planeta, habiendo entrevistado a más de 130 educadores, padres y aprendices de 17 nacionalidades… Una cosa nos queda clara: el problema tiene unas dimensiones gigantescas. Pero también, que hay muchas soluciones ya disponibles. Crucialmente, la elección de estas soluciones depende de la pregunta que planteaba: ¿A qué aspiras cuando hablamos de Educación de Calidad?
Aquí van algunas opciones:
Mejorar los resultados académicos y reducir el “fracaso escolar”
Cuando hablamos de mejorar los resultados académicos y reducir el fracaso escolar, nos referimos a mejorar las calificaciones de niños y niñas en exámenes diseñados para medir su rendimiento en un sistema escolar diseñado a finales del siglo XVIII. Por tu propia experiencia, ya sabes que retenemos muy poco de los contenidos que memorizamos, plasmamos en un examen y no volvemos a usar. Algunos estudios muestran que es menos del 10%. Esto es algo que todo estudiante sabe mientras se prepara para el siguiente examen.
Todos somos familiares con la disposición de los exámenes estandarizados, pero ¿has encontrado alguna vez en tu vida una situación que se parezca a ellos? En el mundo real tenemos acceso a información y personas. No sólo eso, sino que colaborar con otros suele ser necesario. Sin embargo, evaluamos la preparación de los jóvenes para enfrentarse al mundo en un escenario con el que no se volverán a encontrar una vez dejen el colegio.
Aprendizaje significativo
El aprendizaje basado en el miedo activa zonas del cerebro asociadas con la supervivencia, pero inhibe el aprendizaje a largo plazo o lo que llamamos aprendizaje significativo. Para alcanzar un aprendizaje significativo necesitamos involucrar otras zonas del cerebro, como la corteza prefrontal, que sólo se activan cuando nos sentimos seguros. Crear un ambiente de aprendizaje seguro implica priorizar las relaciones entre docentes y alumnos, y entre alumnos y alumnas en las clases.
Por otro lado, cuando nos divertimos nuestro cerebro produce endorfinas y dopamina que facilitan el aprendizaje. Esto ha hecho de la gamificación una nueva tendencia educativa en boga y donde las tecnologías educativas han podido utilizar muchos recursos de los juegos y videojuegos.
Finalmente, aplicar lo que se está aprendiendo ayuda a mejorar la retención de conocimientos; lo que no consiguen los modelos diseñados para responder exámenes. Prácticas educativas asociadas a “aprender haciendo” como el aprendizaje basado en proyectos se están extendiendo ya por muchas escuelas.
Habilidades del siglo XXI
Cuando pensamos en automatización, solemos pensar en trabajos manuales llevados a cabo en fábricas. No solemos visualizar a un recepcionista, empleados de banca o investigadoras de biomedicina. Sin embargo, éstas son algunas de las profesiones que se espera que sean reemplazadas por la inteligencia artificial en los próximos años.
Probablemente otra de las profesiones en quedar obsoleta será la transmisión de información que actualmente ocurre en muchas aulas. Teniendo acceso a la gran diversidad de información que existen online, ¿por qué restringir a un grupo de niños a aprender de una forma única, en un mismo lugar, en el mismo momento, impartido por la misma persona? Por ejemplo, Khan Academy ya ofrece una gran librería de lecciones, contenidos y actividades de forma gratuita para que los niños y niñas puedan aprender a su propio ritmo y con los contenidos que más les atraen. También existen ya softwares de inteligencia artificial que proveen a los aprendices con ejercicios incrementales para que aprendan sobre un tema de forma personalizada y a su ritmo de aprendizaje; como ejercicios de matemáticas, por ejemplo. Esto no significa que la función de los educadores desaparezca, pero sí su predominancia en la transmisión de información.
Los niños y niñas que hoy se encuentran en la escuela se están formando para trabajos que aún no existen. Es imposible predecir el futuro, pero habilidades como la creatividad, la colaboración, la adaptabilidad o la resolución de problemas parecen fundamentales en cualquier perspectiva futura.
Para desarrollar las habilidades del siglo XXI hace falta mucho más que hacer una presentación por asignatura. Es necesario enfrentarse a retos reales, multidisciplinares, sin metas ni procesos definidos. Son retos complejos y sin soluciones aparentes, como los retos a los que nos enfrentamos en el presente. Sólo a través de estas experiencias de aprendizaje podemos llegar a desarrollar habilidades tan fundamentales como las socio-emocionales.
Empoderamiento, responsabilidad y propósito
Cuando consideramos los retos a los que nos enfrentamos como humanidad solemos pensar en cómo formar a los niños y niñas para que puedan adaptarse a ese mundo. Pero, ¿por qué quedarse ahí? ¿Por qué aspirar tan sólo a sobrevivir a estos cambios en lugar de empoderarlos para que lideren un mundo con valores?
No se trata entonces de formar a los operarios de las fábricas del futuro, sino a personas capaces de tomar decisiones con un pensamiento crítico que va más allá de la resolución de problemas de ingeniería y entra al ámbito de la ética y los valores. Implica responsabilidad social, interdependencia, autonomía y consciencia.
Algunos centros educativos cercanos a este objetivo son aquellos que utilizan principios de educación democrática, sociocrática o aprendizaje autodirigido. En estos centros se empodera a los niños a ser miembros activos y equitativos de la comunidad de aprendizaje. Empoderar a los aprendices a tomar responsabilidad de su propio aprendizaje es un camino para que tomen responsabilidad de sus vidas y crear el mundo en que quieren vivir. Un proceso en el que encontrar y desarrollar sus pasiones y propósito de vida no sólo es posible sino el objetivo.
¿Y tú? ¿A qué aspiras con Educación de Calidad?
En Evolving Education pensamos que la educación es la clave para cambiar el mundo. Creemos en un mundo donde las escuelas no son un reflejo de cómo la sociedad es, sino cómo podría ser.
Por nuestra experiencia, sabemos que no existe un único modelo educativo válido para todo el mundo. Es por ello que compartimos aprendizajes de diversas culturas y pedagogías que nos ayudan a desarrollar pensamiento crítico para que puedas experimentar y encontrar qué funciona en tu contexto.